El coronavirus nos ha enseñado que existen microorganismos que no vemos, pero que están por todas partes, unos son más nocivos que otros para nuestra salud, como son los ácaros y los virus, las bacterias y los hongos pueden ser beneficiosos.
Cuando considere que tiene alguna de estas plagas, contacte siempre con profesionales en control de plagas autorizados y especializados, como Pest Control Madrid, lo antes posible, de confirmarse la infestación se deben iniciar los tratamientos con la mayor brevedad. La eliminación definitiva del problema puede requerir múltiples tratamientos.
Ácaros:
Pueden ser parásitos de muchos animales y del hombre, transmisores de parásitos y pueden producir alergias en las personas. Pueden transmitir virosis y otros patógenos.
Se ven con el microscopio, con al menos, 10 aumentos.
Se dispersan fácilmente y las altas temperaturas favorecen su propagación, al igual que la alta humedad relativa.
Son chupadores de superficie de la piel, son lentos de movimiento y pueden segregar sedas; se agarran con las uñas y la aspiradora no puede con ellos.
Proliferan en las fibras textiles naturales, colchones, alfombras, edredones de plumas, mantas, cortinas, almohadas, armarios y asientos de automóvil.
El tratamiento contra los ácaros se realiza con productos acaricidas.
Bacterias:
Son los organismos más abundantes del planeta, están en todos los hábitats terrestres y acuáticos.
En el cuerpo humano se encuentran en grandes cantidades en la piel y el tracto digestivo, en total, suponen 10 veces más las células bacterianas que las células humanas.
Normalmente, el sistema inmunológico hace que la mayoría de bacterias sean beneficiosas, pero existen las patógenas, pueden causar enfermedades infecciosas, como cólera, lepra, tifus, tuberculosis, que es de las más mortales.
En el hombre, en la agricultura y la ganadería se tratan con antibióticos, aunque se está generalizando la resistencia de las bacterias a los antibióticos.
Para limpiar los ambientes exteriores o interiores se utilizan productos bactericidas.
Las bacterias son beneficiosas en los tratamientos de aguas residuales, en la fabricación de medicamentos y en la producción de alimentos como, mantequilla, queso, vinagre, yogur,..
Hongos:
Los hongos es una especie en sí misma, no se consideran plantas, pero tampoco son del reino animal. Los hongos descomponen la materia muerta de plantas y de animales en muchos ecosistemas.
Se distribuyen en una variada cantidad de hábitats, la mayoría terrestres, aunque también hay especies acuáticas.
Tienen una gran importancia en la alimentación, las levaduras son las responsables de la fermentación de la cerveza, del vino, del pan y en la recolección de setas y trufas.
Industrialmente se emplean para producir antibióticos y enzimas. Algunas especies son agentes de bio-control de plagas,
otras son tóxicas para los humanos y animales, (los alcaloides) y otras afectan a las plantas y de aquí a la seguridad alimentaria.
El tratamiento contra los hongos en cualquier ámbito se realiza con fungicidas.
Virus: 
Son sub-microorganismos, porque sólo se pueden ver con microscopio electrónico. Son 100 veces más pequeños que las células y son parásitos de éstas y las necesitan para reproducirse; esto significa que no pueden sobrevivir mucho tiempo fuera de un organismo vivo, (persona, animal o planta), morirán rápidamente a no ser que entren en otro organismo vivo.
Virus, viene del latín y significa “toxina” o “veneno”. Al entrar en un organismo vivo, proliferan rápidamente, infectan sus células y se multiplican para sobrevivir; pueden causar enfermedades de poca importancia, (resfriado común), enfermedades frecuentes, (gripe), o enfermedades muy graves o crónicas, (viruela, sida); los diferentes virus pueden afectar a distintos tipos de células, por eso producen distintas enfermedades, el de la polio, afecta al sistema nervioso y la movilidad, pero el coronavirus, afecta al sistema respiratorio.
Muchos virus no producen ninguna enfermedad al organismo infectado. En los animales, muchas veces dan lugar a una respuesta inmunitaria permanente a la enfermedad. Esto es lo que se pretende lograr con las vacunas, con ellas se puede llegar a erradicar la enfermedad, como ocurrió con la viruela.
Otros microorganismos, como las bacterias, también tienen defensas contra las infecciones víricas.
El tratamiento eficaz es un antiviral específico o una vacuna. Los antibióticos no tienen efecto sobre los virus.
Lo que hay que evitar es el contacto con una persona contagiada y hay que ser muy escrupuloso con la higiene de manos y de espacios compartidos.
