De las cucarachas sabemos que son insectos que se propagan rápidamente y que resultan difíciles de exterminar debido a su gran resistencia y a la facilidad con que se reproducen.
La eliminación de plagas de cucarachas en Madrid y otras ciudades es compleja y requiere de la intervención de profesionales con medios técnicos adecuados.
Los nuevos hallazgos sobre las cucarachas han sido publicados en la revista Plos One. Según desvelan los científicos que han llevado a cabo estudios sobre su comportamiento y su fisiología, estos insectos poseen una mandíbula que ejerce una fuerza 50 veces superior a la ejercida por su peso corporal. Ese es uno de los motivos por el que las cucarachas son capaces de masticar todo tipo de materiales.
Un grupo de expertos centrado en el estudio de la alimentación de la cucaracha americana consiguió medir la fuerza de su mordedura utilizando un sensor que el insecto pudiera morder con toda la mandíbula.
Mediante este instrumento, muy sensible a la fuerza y a la presión, se pudo determinar la potencia de la mordedura.
Las conclusiones del estudio fueron sorprendentes. Se pudo comprobar que las cucarachas ejercen una fuerza de 58 newtons. Si tenemos en cuenta que la mandíbula del ser humano es de 103 newtons (en el caso de los hombres) y que el tamaño de las cucarachas es unas 43 veces menor que el de las personas, nos podemos hacer una idea de lo increíblemente poderosa que es su mordedura.
De su experimento, los científicos concluyeron que la cucaracha posee una mandíbula cinco veces más poderosa que la del ser humano.
Según explicó Tom Weihmann, zoólogo de la Universidad de Cambridge, cuando las cucarachas se encuentran con materiales duros como la madera activan unas fibras musculares especiales que ayudan a reforzar su mordedura.
Hasta la fecha no se conoce bien cómo sus mandíbulas soportan fuerzas tan elevadas y cómo pueden ejercer dicha fuerza a lo largo de su vida sin experimentar ningún desgaste significativo.
A pesar de este sorprendente descubrimiento, los investigadores nos tranquilizan: esta peculiar característica no debe suponer un motivo de alarma, puesto que estos insectos raramente utilizan toda su fuerza para morder. Tan solo la ejercen para masticar materiales muy duros.
La boca de la cucaracha posee dos mandíbulas similares cuchillas, con las que pueden triturar la comida, cavar, defenderse o alimentar a sus crías. Cuando activan las fibras musculares que sirven para masticar materiales duros pueden realizar tareas repetitivas y de alta resistencia.
El nuevo descubrimiento acerca de estos insectos, que no dejan de sorprendernos, nos hace tomar conciencia de la necesidad de llevar a cabo un riguroso control de cucarachas en Madrid.
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