Los recortes públicos en la Comunidad de Madrid están afectando a todos los ámbitos del bienestar de los ciudadanos. El control de plagas en Madrid tampoco se ha librado de los recortes. Los vecinos de varios barrios de la ciudad sufren desde principios de agosto una intensa plaga de galeruca, que invade las zonas ajardinadas y también sus hogares.
LA PLAGA DE LA GALERUCA INVADE MADRID
La galeruca es un insecto que se encarga de devorar las hojas de los olmos y que a medida que crece pasa de ser una pequeña larva a tomar la forma de un escarabajo. Este año la galeruca ha afectado especialmente a los distritos de Villaverde, Carabanchel y Moratalaz. Los vecinos explican que, además de encontrarse a los insectos, en todos los rincones del barrio, también entran en sus casas, ocasionándoles notables molestias.
Los mismos vecinos reprochan al Ayuntamiento de la ciudad la “dejadez” en el asunto. A pesar de insistir para que los servicios de control de plagas del Consistorio pasaran a fumigar los árboles, éstos han relegado la tarea. Los sindicatos también reprochan al Ayuntamiento la inactividad en este tema. Argumentan que “falta personal” y que “no se ha previsto la fumigación”, a lo que los responsables municipales responden que “no existen tratamientos preventivos eficaces”.
LA SOLUCIÓN: LA CONTRATACIÓN DE LOS SERVICIOS DE LAS EMPRESAS DE CONTROL DE PLAGAS EN MADRID
Ante tal situación, muchas personas han recurrido a contratar los servicios de las empresas de control de plagas en Madrid para intentar mitigar el problema, aunque saben que es una solución por el momento temporal. Para erradicar por completo la plaga es necesario que se eliminen todas las larvas de los árboles, si no volverán a crecer, explican expertos en control de plagas.
Otro de los argumentos que se esgrimen desde el Ayuntamiento es la dificultad de acabar con la galeruca porque existen “poblaciones privadas de olmos” a las que no tienen acceso. Así, los insectos que puedan quedar en estas zonas se propagan rápidamente a otros lugares ya desinfectados. No obstante, insisten en que “llevan todo el verano trabajando en la fumigación de estos árboles”.
La galeruca afecta al 80% de las hojas de los olmos y se alimenta de la clorofila y la savia. Esto produce que la planta se debilite, ya que no puede realizar correctamente el proceso fotosintético. Así, es muy probable que otros insectos, aprovechándose del debilitamiento del olmo, ataquen a las plantaciones de olmos.
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