Madrid va iniciar en los próximos días un plan para controlar y reducir el número de ejemplares de la Cotorra argentina y de Kramer, ya que en 2019 ya supone unos 13000 ejemplares en la zona, lo que le sitúa en la mitad de ejemplares en toda la península.
Aunque hay algunos especialistas que tras el paso de Filomena se haga un censo antes de empezar a reducir al 10% en número de ejemplares.
Esta ave invasora ha supuesto un número significativo de protestas vecinales por su ruido, donde ha plagas numerosas en distritos como Carabanchel, Usera, y la Latina.
Las Cotorras argentinas suponen un peligro para biodiversidad como con las otras aves autóctonas como el gorrión ya que compiten por el alimento y hacen que tengan que desplazarse a otros lugares.
También los hábitats de esas aves que pueden influenciarlas.
También producen problemas en los tallos y brotes tiernos para hacer sus nidos.
Estos nidos suponen un peligro para la población ya que su enorme peso que suelen alcanzar hasta los 200 kilos, hacen que puedan romperse la ramas de los árboles.
También son aves que pueden transmitir varias enfermedades, también el ruido que generan y la suciedad que generan.
El plan consiste en el control de la puesta y esterilización de los huevos, captura de la especie y análisis sanitario de la especie y retirada de los nidos, esos huevos esterilizados se pondrán en otro nido para evitar otra puesta de los huevos.
También se eliminarán los nidos vacíos.
El control sanitario de estas especies es evitar el contagio de diversas enfermedades a otras especies como a los seres humanos.
